Posiblemente nunca os hayan llamado jodidamente queribles, y es muy probable que jamás os lo lleguen a decir. Sin embargo, cabe una mínima posibilidad de que alguna vez os lo digan, y entonces os preguntaréis: ¿Qué recórcholis significa ser jodidamente querible?
Como bien os habrá enseñado vuestra experiencia personal, la humanidad puede dividirse en dos grandes grupos, que a su vez dejan lugar a subgrupos cada vez más pequeños: gente y personas.
La diferencia es clara la gente es sólo eso: gente. Humanos llenos de defectos que nos son indiferentes en la vida. Las personas, también llenas de defectos, son en cambio aquellos humanos que dan sentido a nuestra vida, o al menos forman parte de ella.Evidentemente, las personas son mucho más escasas y difíciles de encontrar que la gente.
Dentro de ese grupo reducido de personas, todavía en un grupo más reducido, más allá de compañeros, vecinos, familiares, amigos... están esas personas jodidamente queribles.
¿Cómo se distinguen estos rarísimos ejemplares?
Pues bien, una persona jodidamente querible es aquella que, sin ser una parte de tu familia ni tu pareja, es completamente indispensable en tu vida. Esa persona que sabes que pase lo que pase, esté dónde esté, te ayudará siempre que la necesites. Esa persona que puedes conocer desde hace no mucho tiempo, pero sabes que la vida es más difícil sin tenerla cerca. Esa persona que está justo en el limbo de la amistad y el amor, sin cruzar jamás esa línea. Esa persona que tendrá un espacio en tu corazón hasta el fin de los días.
Y tú, ¿conoces a alguien jodidamente querible?