domingo, 18 de septiembre de 2011

Ser jodidamente querible

Posiblemente nunca os hayan llamado jodidamente queribles, y es muy probable que jamás os lo lleguen a decir. Sin embargo, cabe una mínima posibilidad de que alguna vez os lo digan, y entonces os preguntaréis: ¿Qué recórcholis significa ser jodidamente querible?

Como bien os habrá enseñado vuestra experiencia personal, la humanidad puede dividirse en dos grandes grupos, que a su vez dejan lugar a subgrupos cada vez más pequeños: gente y personas.
La diferencia es clara la gente es sólo eso: gente. Humanos llenos de defectos que nos son indiferentes en la vida. Las personas, también llenas de defectos, son en cambio aquellos humanos que dan sentido a nuestra vida, o al menos forman parte de ella.
Evidentemente, las personas son mucho más escasas y difíciles de encontrar que la gente. 
Dentro de ese grupo reducido de personas, todavía en un grupo más reducido, más allá de compañeros, vecinos, familiares, amigos... están esas personas jodidamente queribles.


¿Cómo se distinguen estos rarísimos ejemplares? 
Pues bien, una persona jodidamente querible es aquella que, sin ser una parte de tu familia ni tu pareja, es completamente indispensable en tu vida. Esa persona que sabes que pase lo que pase, esté dónde esté, te ayudará siempre que la necesites. Esa persona que puedes conocer desde hace no mucho tiempo, pero sabes que la vida es más difícil sin tenerla cerca. Esa persona que está justo en el limbo de la amistad y el amor, sin cruzar jamás esa línea. Esa persona que tendrá un espacio en tu corazón hasta el fin de los días.




Y tú, ¿conoces a alguien jodidamente querible?

domingo, 4 de septiembre de 2011

#20CosasQueTengoQueHacerAntesDeMorir

1. Tener y hacer volar una cometa en la playa, un prado y en lo alto de una montaña.
2. Mantener una conversación seria después de inhalar helio, lo que viene siendo ser un pitufo filósofo.
3. Cantar en un karaoke y no morir de vergüenza en el intento.
4. Tumbarme en el césped bajo la lluvia y no levantarme hasta que ésta cese.
5. Dominar un instrumento musical y dar un concierto aunque sea delante un público reducido.
6. Subirme a un elefante y dar un paseíto en él.
7. Fotografiar un relámpago, un iceberg y una aurora boreal, y sentirme orgullosa de las imagenes.
8. Construir una casa del árbol o un iglú y dormir en ellos al menos durante una noche.
9. Viajar sin tener un destino fijo, ya sea en transporte público o por medios propios.
10. Ver en directo a The royal russian ballet, especialmente si escenifican "El lago de los cisnes".
11. Saltar desde un trampolín olímpico, preferiblemente la plataforma de 10m.
12. Encontrar la banda sonora de mi vida y asignarle a cada momento de mi vida una canción.
13. Pisar los siete continentes y tener, al menos, un recuerdo de cada uno de ellos.
14. Gritar desde una azotea en una gran ciudad tan fuerte como para que me oigan desde la otra punta de esta.
15. Hacer una caja del tiempo y enterrarla para que la encuentren años después.
16. Declararme al amor de mi vida en París o Venecia. Sin comentarios.
17. Estar en dos sitios a la vez. Quién haya visto la película "A walk to remember" sabrá de qué va esto.
18. Crear algo que perdure más allá de mi vida, una casa, un cuadro, un libro...
19. Formar una familia. Con su correspondiente boda, mascota e hijos (biologicos y adoptados)


20. Ignorar las otras 19 y vivir el día a día.